La gestión del estrés se refiere a la forma integral en que las personas satisfacen las demandas de la vida.Los problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad y la depresión son comunes y se enumeran habitualmente como las principales preocupaciones en las encuestas de salud de los empleados. El estrés se produce en una amplia gama de circunstancias laborales, pero a menudo empeora cuando los empleados sienten que cuentan con poco apoyo de los supervisores y colegas y cuando no tienen control sobre el trabajo o cómo pueden manejar sus demandas y presiones. A menudo hay confusión entre la presión o el desafío y el estrés, y a veces se utiliza para excusar las malas prácticas de gestión. La presión en el lugar de trabajo es inevitable debido a las exigencias del entorno de trabajo contemporáneo. La presión percibida como aceptable por un individuo, puede incluso mantener a los trabajadores alerta, motivados, aptos para el trabajo, dependiendo de los recursos disponibles y las características personales. Sin embargo, cuando esa presión se vuelve excesiva o de otro modo, el estrés es inevitable. El estrés puede dañar la salud de sus empleados y el desempeño de su negocio. La Organización Mundial de la Salud ha afirmado que "el estrés resulta de una incompatibilidad entre las demandas y presiones sobre la persona y su conjunto de conocimientos y habilidades". La propia organización genera varios tipos de riesgo para el estrés. La prevención terciaria en las organizaciones hace hincapié en la prestación de servicios de salud ocupacional receptivos y eficientes. Por tanto, la gestión del estrés en el trabajo debería abarcar la educación preventiva. Un buen empleador diseña y gestiona el trabajo de una manera que evita los factores de riesgo comunes de estrés y previene en la medida de lo posible. El estrés en el lugar de trabajo es reconocido en todo el mundo como un desafío para la salud y la felicidad de los trabajadores. Los trabajadores que están estresados tienen más probabilidades de tener más problemas de salud, estar menos motivados y ser menos productivos en el trabajo. Cuando se dispone de una opción saludable, es más probable que las personas se sientan mejor. Los lugares de trabajo pueden desempeñar un papel de aplicación para los empleados, lo que les facilita la búsqueda de recursos y recibir tratamiento de derivación de salud mental. Los empleadores también pueden beneficiarse al observar la cultura organizacional y aprender sobre lo que afecta el nivel de estrés de los empleados. |